EL HOMBRE HUEMUL

Cuando un grupo de siete mujeres agarra el auto, las ganas, la guitarra y la ilusión; y se van a vivir un fin de semana de retiro emocional a una cabaña escondida en el bosque araucano, junto a un río claro que acompaña el sueño y un amanecer limpio que nos invita a un café por la mañana, lo menos que puede salir de ese fin de semana, es esta columna.

Porque cuando siete mujeres potentes se ven enfrentadas unas a otras en una complicidad absoluta y libre de prejuicios, es cuando sale a flote la verdad de cada una, los ideales, las prioridades y por sobretodo las necesidades mas intimas; la filosofía básica y dura que rige nuestro actuar diario, las aprensiones, la soberbia y la humanidad.

Y es que claro, si juntas a siete mujeres que se mueven en distintos escenarios, de distintas edades y experiencias, te das cuenta que el ser mujer en esta época loca de tecnología y apuro, es mucho más que una carrera y vida independiente, te das cuenta que ser mujer en nuestros tiempos tiene que ver con una búsqueda incesante de una vida profesional plena sin dejar las emociones de lado y sin esperar que aparezca el príncipe azul, sino mas bien mujeres que salen a la caza de lo que hemos bautizado “el hombre huemul”.

Estamos cada día mas exigentes, y claro, cada día somos mejores mujeres y esperamos encontrarnos con mejores hombres. Probablemente hemos desarrollado nuestro lado masculino con mayor experticia que nuestras antepasadas, por lo que nos hemos convertido en “hembras alfa”, capaces de vivir sin un macho proveedor que nos de protección; y sabiendo que lo que necesitamos para sobrevivir lo podemos conseguir por nuestra cuenta; y buscamos en los hombres más que un buen partido, un hombre.

Ya te preguntarás que diablos hemos definido por “hombre huemul”, son aquellos hombres, que al igual que nuestro animal patrio, creemos que están ahí, están en el escudo, pero jamás en la vida hemos visto uno! Y lo peor de todo, cuentan aquellas que los han visto, que al igual que el compañero del cóndor, huyen con tan sólo mirarlos a los ojos, y peor aun, están en vías de extinción!!!

Estamos convencidas de que el hombre que duerma a nuestro lado por el resto de nuestras vidas tiene que tener ciertas características específicas, algunas incluso tenemos una especie de “check list” que vamos llenando a medida que vamos conociendo a alguien; y fallar en alguno de los puntos puede ser lapidario.

El “hombre huemul” es aquel hombre del que nos enamoramos en nuestras cabezas y que se transforma en la medida de todos los demás, puede ser una mezcla intoxicante de las mejores características de todos los “ex”, más una pizca de nuestros complejos de Elektra que nos han enamorado a muchas de nuestro padre, y una gran porción de soberbia, que nos lleva a buscar personajes que sean casi perfectos, como si alguna de nostras lo fuera!

Y aquí es donde quiero detenerme, en nuestra decisión arbitraria y deliberada de buscar hombres que estén a la altura de las circunstancias, porque lo conversamos y largo… en algún momento nos cuestionamos: ¿No estaremos siendo muy estrictas y quisquillosas? Y aquí pongo un firme NO por respuesta; porque cada uno sabe lo que merece de la vida, y al menos estas siete mujeres con las que me arranque al bosque araucano, merecen lo que piden y probablemente bastante más; el problema es que no es fácil encontrar a este “hombre huemul”, y debido a la escasez tendemos a bajar los estándares de calidad, tendemos a conformarnos con lo que hay disponible, pero mujeres mías, NO CONFORMARSE DEBE SER LA FILOSOFÍA.

Y extrapolo en estas siete hembras, a todas las mujeres que conozco y a las que no, a todas las mujeres que tienen pareja y son inmensamente felices, y por sobretodo a la gran cantidad de mujeres que no son felices, pero tienen marido: NO CONFORMARSE ES LA FILOSOFÍA.

Es probable que los que fueran buenos partidos para tu madre o tu abuela, no lo sean para ti; es que los tiempos han cambiado y las mujeres empoderadas de hoy no son las de hace treinta años, y por lo tanto el macho tradicional ya no es la panacea que solía ser.

Queremos hombres que tengan vida propia, que sean cultos, capaces de caminar a nuestro lado, con los que podamos crear proyectos en conjunto, de los que podamos aprender y a quienes les podamos enseñar; dispuestos a conocer el lado oculto de una mujer interesante, capaces de conectarse con su lado femenino así como nostras hemos podido conectarnos con nuestro masculino interior; porque mujeres todas, luego de matar el amor no correspondido, maten la avaricia y el amor por compasión; y entiendan que un hombre que no es causa, simplemente no es hombre, el hombre debe ser en sí mismo una causa por apoyar.